Blanqueamiento de los dientes

Blanqueamiento de los dientes



Una mañana, mientras te rasuras ante el espejo, te fijas con detenimiento en tus dientes. En lugar de la blancura cegadora que alguna vez tuviste, te encuentras con que parecen las teclas de un piano viejo. Con el paso de los años la comida, el café y el cigarro han manchado el esmalte de tus dientes, oscureciéndolos poco a po­co hasta su penoso estado actual.

"La limpieza dental puede quitar las manchas superficiales", dice el Dr. Richard Price, instructor clínico dental de la Universidad de Boston, "pero los pigmentos que se han introducido en la dentina no pueden ser eliminados tan sólo con el cepillado regular".


La pasta dental blanqueadora tampoco puede solucionar el problema. La mayoría contienen limpiadores o pigmento blanco que no llegan a las manchas más profundas. Sólo hay un remedio: blanquear los dientes.


Tu dentista ofrece diferentes procedimientos de blanqueado. La mayoría consiste en cubrir los dientes con un poderoso gel a base de peróxido.


Sin embargo, lo primero que debes hacer es someterte a un minucioso examen dental. Si la decoloración de tus dientes se debe a la caries o a algún traumatismo (pelotazos o puñetazos, por ejemplo), lo más probable es que haya que repararlos primero. Si se han puesto grises por el uso de antibióticos (como la tetracilina), se re­quiere de atención especial, pues la man­cha está muy profunda dentro del diente. También tienes que considerar que las tapaduras y coronas deberán reemplazarse o blanquearse con otro método, pues no responderán al tratamiento estándar. Claro, a menos que quieras que tu sonrisa pa­rezca una marquesina teatral con algunos focos fundidos.


Distintos métodos para el blanqueamiento de los dientes


► Blanqueado en casa

Es el método más común. Por una módica cantidad, tu dentista te hará un contenedor a la medida, parecido al protector bucal que utilizan para los deportes de con­tacto. Estas charolas dentales están hechas de celofán espeso, dice el Dr. Van B. Hay-wood, profesor del Colegio Médico de Georgia. Se llenan con un gel pegajoso (es común que contenga alguna clase de peróxido) y debe usarse a diario, por lo general durante un par de horas. El compuesto se descompone y penetra en el esmalte dental, blanqueando el diente.


Es posible que el gel provoque sensibilidad al frío o al calor y una sensación de ardor en las encías que desaparecerá al suspender el uso del producto.


Después de tres semanas tus dientes deberán estar por lo menos cuatro tonos más claros, es decir, pasar de un color de un sobre de papel manila, al blanco de una hoja de papel. El efecto durará aproximadamente tres años, a menos que seas fumador.


► Blanqueador de farmacia

Si lo que quieres es evitar los elevados honorarios del dentista y te sientes tentado a utilizar un método barato, piénsalo dos veces. Tratar de blanquear unos dientes que no están sanos puede provocar dolor y lo único que conseguirás es perder el tiempo que necesitas para salvar tus "perlas". Lo peor de la mayoría de los tratamientos de farmacia o de venta por televisión, es que vienen con una charola de tamaño estándar, lo que puede provocar que el gel escurra y queme las encías.



► Blanqueado en consultorio

También conocido como blanqueado de poder, consiste en cubrir los dientes con un potente gel de peróxido y exponerlos al calor para generar oxígeno y acelerar el proceso. Esto puede ser doloroso, pues el gel caustico contiene entre 35 y 50 por ciento de peróxido de hidrógeno, contra 10 por ciento de los blanqueadores caseros. El blanqueador de poder es capaz de quemar los dedos si se toca directamente, por lo que tu dentista protegerá el resto de tu boca con gasa y goma antes de aplicar el gel a los dientes.


Para que el tratamiento funcione necesitas al menos tres visitas semanales de una hora, a un costo que suele ascender hasta el doble de un blanqueado casero. Sí haces cuentas verás que toma el mismo tiempo que este último procedimiento. "Por mucho menos dinero puedes blan­quear tus dientes en casa igual de bien que en el consultorio", dice Haywood.


En lugar de calentar el gel de peróxido de hidrógeno con una luz blanca convencional, tu dentista usa un láser de dióxido de carbono que proporciona un calor más intenso. Este láser (que se utiliza desde hace sólo 3 años) es muy caro, pero logrará blanquear más rápido que el método casero, y tus dientes quedarán más brillantes en una sesión de tan sólo 3 horas, dice el Dr. Irwín Smigel, presidente de la Asociación Americana de Estética Dental en Nueva York. Este es un proceso favorecido por estrellas de cine, a quienes no les importa pagar más si los resultados son rápidos y efectivos.

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