El buen maquillaje

El buen maquillaje


Nada de estridencias ni excesos: un tono básico en distintos matices será siempre preferible a sumar colores fuertes o variados.

Aplicar bien el corrector de ojeras: si se lo utiliza para cubrir arrugas, conviene tener en cuenta que el tono debe ser claro, realizando la aplicación con esponja de látex, técnica que ase­gura su adherencia.


Como es un buen maquillaje


Un tono de base como el de la piel: la base debe ser de un co­lor natural, similar al de la piel -ni más claro ni más oscuro-, y humectante, sin caer en el uso de bases muy espesas o "pesadas". Este secreto se debe a que los productos que tienen una textura muy cremosa tienden a destacar más las arrugas. Maquillarse los ojos con arte: para acentuar el poder de la mirada, nada mejor que un toque de rímel, siempre teniendo en cuenta que no debe sobrecargarse la expresión con fuertes trazos o pestañas "pesadas".


Para el día conviene usar rímel marrón, que luce siempre más natural. Se recomiendan los alargadores de pestañas a base de goma arábiga y aceites, que logran estirarlas hasta un quinto de su largo normal. Labios, el toque final: primero se marca un delineado fino en el contorno, con un crayón del mismo color del labial. Los tonos ideales para el día pueden abarcar toda la ga­ma de los marrones suaves.


Para la noche se puede variar más y optar por los tonos rojos, borgoñas, violetas, fucsias y rosas. La aplicación óptima del rouge requiere de un pincel para cubrir absolutamente todas las partes de los labios que quedan expuestas, lo que permite lucir una boca atractiva y sensual.

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