Aceites naturales

Aceites naturales

¿Sabía que el aceite de oliva previene el envejecimiento? ¿O que el de rosa mosqueta ayuda a curar el acné? Muchos aceites naturales tienen efectos beneficiosos tanto para la salud como para la estética, solo basta conocerlos y aprender a utilizarlos correctamente.



Aceite no sólo es sinónimo de cocina. También puede significar belleza, salud, y hasta rejuvenecimiento. Muchas plantas -como la rosa mosqueta, prímula u oliva- producen aceites con un alto contenido de ácidos grasos esenciales tales como el linoleico, que interviene en la formación de las células que regeneran la piel y la mantienen siempre joven. Además, estas sustancias favorecen la salud del cabello, humectan la piel y regeneran los tejidos dañados por el sol, por enfermedades cutáneas o, simplemente, por el paso del tiempo.



Aceites naturales buenos para la salud



LA ROSA MOSQUETA Esta planta que crece en las zonas andinas -especialmente en el sur de Chile- presenta un alto contenido de ácidos grasos que hacen de sus semillas y flores una importante fuente de elementos destinados al tratamiento de problemas cutáneos:



El acné: el aceite de rosa mosqueta proporciona excelentes resultados en el tratamiento de las cicatrices y secuelas que deja el acné. Además, nutre la piel y combate la sequedad cutánea.



Envejecimiento: el deterioro de la piel se debe a la pérdida de la normal hidratación de la epidermis, así como a la aparición de arrugas, proceso que se debe a la rotura de las fibras de colágeno. Los ácidos grasos esenciales presentes en la flor y el fruto de la rosa mosqueta poseen una gran capacidad reparadora y estimulante de la síntesis de las fibras de colágeno. Basta con aplicar dos o tres gotas diarias para evitar los efectos que sobre el cutis ejerce el paso de los años.



Estrías: el aceite de rosa mosqueta es efectiva en el tratamiento de las estrías cutáneas que aparecen sobre todo después del embarazo, durante la adolescencia y como consecuencia de los cambios abruptos de peso (la piel se estira y se contrae, por eso aparecen las estrías).



Aceite de prímula: Durante casi quinientos años, nuestros antepasados americanos utilizaron la prímula para elaborar medicamentos y productos de belleza, e incluso la consideraron una especie de panacea universal. Se empleaba como laxante, para curar heridas, combatir resfríos y hasta sanar las inflamaciones y erupciones de la piel.

Casi siempre utilizaban las raíces, pero también aprovechaban la corteza y las hojas para curar problemas respiratorios y dolores menstruales. Actualmente se sigue empleando este aceite para rejuvenecer la piel, mantenerla tersa y suave y evitar la aparición de arrugas. Además, el aceite de prímula es un poderoso tratamiento contra los radicales libres: se ha comprobado que posee un alto contenido de vitamina E, un nutriente indispensable para prevenir los efectos de la oxidación de las grasas producida por los radicales ácidos.



Aceite de oliva: Al aceite de oliva se lo asocia inmediatamente con la gastronomía: para condimentar ensaladas o darle un toque de sabor a cualquier plato, es un aliado exquisito en la cocina. Como si fuera poco, el consumo de este aceite previene la arterieesclerosis y estimula la producción de colesterol bueno. Pero no sólo entre las ollas se pueden aprovechar los beneficios de la oliva: también es un poderoso elemento hidratante. Para aprovechar sus bondades, pruebe con estas recetas.

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